viernes, 29 de abril de 2011

A ella no le gustaban las flores amarillas

Los pasos retumbaban en el piso de piedra, una caminata que no se olvida. El silencio se hacia denso como neblina mojado apenas por gotas del corazon. A ella no le gustaban las flores amarillas, pero le gustaban las flores, y asi, rodeada de colores y sol, se fue, serena en una linda tarde de otoño, su estacion. Te amo abuela!